Vendaje funcional, qué es y cuándo se realiza

El vendaje funcional es una técnica que consiste en aplicar un vendaje especifico a la lesión que presenta nuestro paciente, y que impide que repitamos únicamente el movimiento que ha provocado su lesión. De esta forma conseguimos contener el gesto articular lesional sin alterar el resto de movimientos de la articulación.

Los vendajes funcionales tienen como ventaja evitar la inmovilización total (escayola) de la musculatura y articulación. Lo que se pretende con el vendaje funcional es bloquear movimientos lesivos para la articulación en ciertos momentos de la recuperación, tratamiento o curación.

¿Cómo se realiza el tratamiento del vendaje funcional?

El vendaje funcional se realiza con tiras de esparadrapo que se van adhiriendo sobre la piel, de modo que anulan los vectores de fuerza del gesto que queramos bloquear.

Al tratarse de un “vendaje a medida” nos permite regular con exactitud la cantidad de movimiento que queremos bloquear en función de la evolución. De la misma misma forma, al ser personalizado, lo ajustamos a cada cuerpo, tipología, tamaño y volumen.

El vendaje puede ser elástico o rígido dependiendo de la cantidad de movimiento que queramos limitar.

¿Cuándo se utiliza el vendaje funcional?

Esta técnica se utiliza como una opción dentro de la parte de tratamiento de fisioterapia, aplicado tras el resto de técnicas en la sesión.

También, fuera del tratamiento de una lesión se utiliza para prevenir y evitar recaídas de ciertas lesiones, para corregir disfunciones, inmovilizar ciertos gestos que provocan dolor o irradiación de molestias por el cuerpo y, también, para comprimir una herida y evitar hemorragias.

El ejemplo más común de vendaje funcional se ve en el deporte. Por ejemplo, en los tobillos de los futbolistas (vendaje funcional para esguince tobillo), en la rodilla o en los dedos de los jugadores de volleyball (para evitar torcérselos).

Esto demuestra que los vendajes permiten la movilidad que buscamos, protegiendo gestos concretos.