06/11/2020 por Medirval 0 Comentarios
¿Qué son las cadenas musculares y cómo tratarlas?
Las cadenas musculares son circuitos de continuidad de dirección y planos, a través de los cuales se propagan fuerzas. Estos circuitos forman un sistema conjunto que integra las conexiones entre el sistema nervioso, el sistema músculo-esquelético y la fascia, encargándose de mantener el equilibrio corporal.
El cuerpo humano sigue tres leyes:
- Equilibrio
- Economía
- Confort (no dolor)
En la actualidad, el equilibrio puede verse alterado debido a distintas causas como el estrés, los esfuerzos, las malas posturas, las tensiones, emociones, la alimentación, el sedentarismo...por lo que el cuerpo debe de adaptarse a todas estas circunstancias.
¿Cómo tratar las cadenas musculares?
Es necesario realizar un análisis de la postura y de los gestos corporales del individuo, con el fin de llevar a cabo tareas en las que el cuerpo se mueva de manera correcta y el sistema locomotor utilice el menor gasto energético para obtener mejores resultados. Es conveniente llevar a cabo la concienciación del individuo mediante ejercicios. Una vez que se ha analizado la postura y se ha concienciado al individuo es necesario realizar sesiones terapéuticas para realizar ajustes articulares y musculares para regular las tensiones.
Estiramientos de las cadenas musculares
Los estiramientos de las cadenas musculares siguen una serie de principios básicos que son:
- Globalidad: se trata de posturas globales de corrección en las que se trabajan una o varias cadenas al mismo tiempo, debido a que los músculos no trabajan de manera individual, si no conjuntamente. El objetivo del trabajo en globalidad es restablecer la elasticidad y la amplitud articular de forma simultanea en toda la estructura corporal.
- Suave, sostenido y consciente: La realización de los estiramientos debe realizarse de manera lenta y progresiva, manteniéndose durante un tiempo, pudiendo añadir varias repeticiones donde se intentará aumentar de manera gradual el rango de estiramiento. Durante su ejecución se debe notar la tensión del propio estiramiento, pero, no debe aparecer dolor, ni sensación de desgarro o quemazón. Durante la práctica debemos estar en un estado de atención, de escucha de nuestro propio cuerpo, ya que tener una mayor consciencia corporal nos permite economizar gran cantidad de energía y ganar en vitalidad.
Comentarios
Dejar un comentario