
Lorena+Ar%C3%A1nzazu+R Rabanal • 16 de noviembre de 2025
Tendinitis crónica: causas menos conocidas y tratamientos actuales
La tendinitis crónica es una afección que afecta a miles de personas y que, a menudo, se asocia únicamente al sobreuso o a movimientos repetitivos. Sin embargo, existen causas menos conocidas que pueden desencadenar o perpetuar esta inflamación persistente del tendón. La tendinitis crónica no solo provoca dolor, sino también pérdida de fuerza y limitación funcional, lo que afecta a actividades tan simples como caminar, levantar objetos o practicar ejercicio. Comprender sus orígenes y las opciones de tratamiento actuales es fundamental para lograr una recuperación completa y evitar recaídas.
Aunque los tendones son estructuras resistentes, cuando la inflamación se prolonga en el tiempo puede producir cambios degenerativos conocidos como tendinopatías. En este punto, los tratamientos tradicionales como el reposo o el hielo ya no son suficientes. Por ello, identificar correctamente la causa —especialmente aquellas menos evidentes— es clave para elegir el enfoque terapéutico más adecuado.
1. Causas menos conocidas de la tendinitis crónica
Además del sobreuso, existen factores que muchas veces pasan desapercibidos. Uno de ellos es la mala biomecánica: una pisada incorrecta, desequilibrios musculares o una postura inadecuada pueden generar tensiones excesivas sobre un tendón concreto. También influyen alteraciones metabólicas, como el colesterol elevado o la diabetes, que afectan a la calidad del tejido tendinoso y retrasan su capacidad de recuperación.
El estrés y la falta de descanso son otros desencadenantes menos conocidos. El cuerpo necesita tiempo para reparar microlesiones y, cuando esto no ocurre, la inflamación se cronifica. Incluso ciertos medicamentos, como algunos antibióticos del grupo de las fluoroquinolonas, pueden predisponer a tendinopatías. Estos factores, combinados, pueden explicar por qué algunas personas desarrollan tendinitis incluso sin haber realizado un esfuerzo excesivo.
2. Tratamientos actuales y enfoques más efectivos
El tratamiento de la tendinitis crónica ha avanzado considerablemente en los últimos años. Una de las terapias más efectivas es el ejercicio terapéutico, especialmente los ejercicios excéntricos, que estimulan la regeneración del tendón y mejoran su resistencia. La fisioterapia manual, la técnica EPI (Electrólisis Percutánea Intratisular) o las ondas de choque extracorpóreas también han demostrado excelentes resultados en casos persistentes.
Otro enfoque actual son las terapias regenerativas, como el plasma rico en plaquetas (PRP), que utiliza los propios factores de crecimiento del paciente para acelerar la reparación del tejido. Además, corregir la causa de origen —ya sea una alteración biomecánica, un problema metabólico o un hábito inadecuado— es esencial para evitar que la tendinitis reaparezca. Un buen diagnóstico y un plan de tratamiento personalizado siguen siendo la clave para una recuperación duradera.
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